Pretender explicar el significado de «elegancia», «chic», «estilo», «carisma»… es pretencioso, pero te animo a descubrir dónde se encuentra la auténtica elegancia o ese «algo» que hace a la gente especial.
No cabe duda que la elegancia contribuye a nuestra marca. y ¿de qué depende? Los expertos defienden el clasicismo como uno de sus pilares. Mac Giró, en un reportaje publicado en Marie Claire hace unos pocos meses, despotricaba contra la estética «regetonera/hiphopera» tan de moda hoy en día. Sin embargo las tendencias de este otoño en moda femenina nos regresan a las chaquetas sastre, el tweed y elementos lujosos como terciopelo o print de serpiente.
Para los hombres también se busca un aspecto más pulido si perder la comodidad que nos han traído las snakers. Elegir colores neutros, tejidos nobles, huyendo de la estridencia.¿La elegancia está íntimamente ligada al modo de vestir? Te propongo un canal que me parece muy interesante a cargo de un joven mexicano, Gustavo Ortiz Gusto Clásico.
¿Y en el modo de vestir puede influir la edad y el dinero? «Es poco probable que una persona joven vista realmente bien– vuelen a decir los expertos, entre ellos Giró- Puede ser graciosa, original (…) Solo se llega a vestir bien con la edad».
Hay quien afirma que vestir bien y lowcost son palabras antagónicas. ¿Se puede vestir bien barato? Los influencers más copiados mezclan con maestría prendas de cadenas económicas con piezas de marca, costumbre que han hecho suya hasta reinas como Letizia.
¿Y si enlazamos la marca personal con el modo de vestir? Sin duda le elegancia y el encanto suben puntos para nuestra marca. Sigo el canal de Street Personal Brandig de Caludio Ignacio y Andrés Pérez Ortega, son una pareja cercana que acercan el Personal Branding a todos. Les pregunté que opinaban sobre si la edad influía en la elegancia de una persona y con ella a su marca, a lo que contestaron que no era cuestión de edad sino de adaptación a las circunstancias. Yo sigo dudándolo.
De cualquier modo, el estilo aumenta nuestra marca tengamos la edad que tengamos, seamos de sexos distintos o de países dispares y las prendas que elegimos son, con nuestro modo de comportarnos, el primer impacto de marca personal ¿Qué opinión te merece el «vestir bien»? ¿Te interesa o no deja de ser una frivolidad a merced de las modas? ¿Se puede ser elegante sin vestir bien? Espero tus reflexiones en Comentarios.
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Gracias por llegar hasta aquí y ¡Nos vemos pronto!
Querida Elena, este es un tema que me gusta especialmente. Ya de joven me gustaba vestir absolutamente diferente a mis amigos. Ellos con una camiseta, unos tejanos y unas zapatillas de deporte sabían ir a todas partes. Yo era el «friky» con mis americanas, mis corbatas estrechas de cuero y mis camisas de manga larga. Desde mi punto de vista, la «elegancia personal» se transmite con la actitud, la cultura, las formas, el trato… Por otra parte, la elegancia «estética» se transmite con el saber vestir de forma adecuada en cada situación. A mi me horroriza ir a una empresa y ver a la gente con bermudas, por ejemplo. Me parece insultante ir a un funeral y ver colores rojos, amarillos… O ir a una boda en tejanos. Aunque debo reconocer que el vestir, para las masas, es cíclico, lo marcan las modas. Y para la gente que nos gusta tener una imagen concreta, esas modas pasan de largo, ya que mantenemos nuestro propio estilo, pase lo que pase. Te envío mi infinita admiración. Echaba de menos tu post. Besos.
Estimado Juan Antonio, me consta que eres un tipo elegante y que lo has sido desde jovencito por lo que cuentas. De modo que la elegancia no es algo que solo se consiga con los años. Hay quien nace con ello. De lo que estoy segura es que se puede pulir y aumentar. !Feliz de contar con tus impresiones en el blog de nuevo!
La elegancia es una actitud. Es el centro justo entre la estupidez, la horteria y la petulancia. Tiene muy poco que ver con vestir caro o de marca.
Completamente de acuerdo contigo Antonio, la elegancia es actitud. Traigo a colación una frase que le atribuyen a la gran Cocó Chanel «No es la apariencia, es la esencia; no es el dinero, es la educación; no es la ropa, es la clase» ¡Muchas gracias por comentar!
Hola Elena cómo estás? Yo creo que la elegancia tiene mucho que ver con la actitud, con la manera de caminar, de sentarse , de comer, y de conversar. La forma de vestir es importante pero como dice el dicho : aunque la mona se vista de seda, mona queda. Más vale ser clasico que a la última moda. Esa es mi humilde opinión. Beso Diana
Querida Diana, creo que das con la clave de la elegancia: actitud. Es un todo que envuelve a la persona y que la muestra en todas sus facetas ¡Viva el clasicismo! aunque nos llamen «sosas» 😉 Un beso enorme.
Con la elegancia se nace
Es un tema muy controvertido el de que la elegancia se consigue con el tiempo y la observación o, como planteas, es algo innato. Personalmente considero que hay personas elegantes que lo consiguen a base de esfuerzo y a otras les resulta tremendamente fácil, independientemente de nivel social o económico. ¡Muchas gracias por comentar!
La elegancia comprende dos hábitos, conducta respetuosa y porte de atuendos coordinados con propósito de acción
No podría haberlo definido mejor Jorge. Me parece muy interesante el enfoque del «propósito de acción» que planteas, al fin y al cabo todo lo hacemos para algo ¿verdad? Muchas gracias por tu aporte.
Querida Elena. Primero felicitarte por la elección de tus temas a la hora de escogerlos; y segundo, por el cómo motivas a la participación.
Difícil es opinar aquí, y ser elegante a la vez, porque me temo, como tú, el panorama es policromático, y ya se sabe: para gustos, los colores. Yo estoy en la línea de Jorge (conducta y propósito). Destacaría también que es importante el poseer condiciones innatas personales, que pulidas con el paso del tiempo, nos permitan alcanzar la armonía atractiva de conjunto. Prendas y complementos simples, pero sobrias, ayudan, y mucho; y lo clásico, suele, bien digo suele, contribuir mucho. Me inclino porque el dinero, la calidad de los tejidos y lo cuidado de los mismos, hace subir enteros. Si le sumamos el confort, y la comodidad para con nosotros, y para con el medio (el lugar, los demás…), ¡bingo!.
Gracias por tus palabras Pierre. Efectivamente, comodidad, adecuarse a las circunstancias, elegir prendas clásicas y de calidad, además de conocerse a uno mismo supone avanzar bastante en el camino de la Elegancia. Ya lo de nacer o no elegantes no depende de nosotros. ¡Un abrazo!
Hola Elena!
Buenísimo el articulo, me encanta Gustavo Ortiz.
Gracias.
¡A mi también Wilfredo! Gusto Clásico creo que es un canal imprescindible para el estilo masculino. Muchas gracias por tu apoyo,
Hola ¿óomo vas Elena? Allí con el otoño, estación que me agrada por las mudas de las hojas, me recuerda lo que debemos dejar atrás
Desde una perspectiva singular podemos suponer que los pequeños universos, que habitamos nos condicionan a esa «ELEGANCIA» que puede ser propia o adquirida dependiendo del lugar (rol) que ocupemos en ESE universo.
Singularmente desde los operarios, pasando a los mandatarios y culminando en la Nobleza cada cual tiene y/u obtiene su «GARBO»; con ello quiero manifestar que ese TODO definido como Elegancia depende de la parte que definitivamente somos cada uno de nosotros,que la ponemos en marcha
p/d-GARBO como (GRACIA-DESENVOLTURA-GENTILEZA-DECISIÓN)
¡Me encantan los matices que ofrecéis en estos Comentarios! Lo que apuntas Alberto se ha intuido en alguna opinión a este artículo, pero tú pones el foco claramente en el entorno. Las mujeres sabemos bastante de la incomodidad de ir demasiado arregladas a un evento informal. El saber estar y adaptarse a nuestros «pequeños universos» es clave para ser elegantes. Feliz de contar con tus impresiones, gracias.