La nueva era tiene a los delincuentes en continua evolución: estafas financieras, engaños en transacciones de compra-venta, solicitud de datos bancarios y timos al más puro estilo clásico. Hoy quiero hablar de la Ingeniería Social que tiene muchas vertientes y yo sufrí un intento recientemente.

Hace unas semanas me ocurrió algo que quiero compartir y que, investigando después, ha comprobado es que más frecuente de lo que parece. De modo que ahí va mi historia:

De vez en cuando recibo solicitudes de amistad a través de mis redes sociales de desconocidos, casi siempre hombres extranjeros maduritos de bastante buen ver que, obviamente, ignoro y borro de modo inmediato aunque siempre tengo la duda si estaré cerrando la puerta a algún futuro cliente.

Un contacto diferente

Hace algo más de un mes recibí un correctísimo mensaje a través de Messenger donde un médico militar estadounidense desplazado a Damasco solicitaba estar en contacto, siempre que me pareciera bien y disculpándose por esa intromisión en mi intimidad. Me remitía a su perfil en Facebook y esperaba mi respuesta. ¿Por qué esta vez accedí? El estilo era diferente, el perfil parecía real y honesto. Y tampoco perdía nada por conocer algo más sobre el ejército de Estados Unidos y su labor en Oriente Medio. Una no deja nunca de ser periodista 😉

Doctor

Iniciamos una serie de conversaciones interesantes sobre política, modo de vida, cultura, salpicadas por su parte de expresiones cariñosas (demasiadas para mi gusto, pero aseguraba estar fascinado con mi personalidad), de alardes de estatus económico y muestras de estados de ánimo: la dureza de los combates y la impotencia ante el número de heridos que llegaban al hospital de campaña o la tristeza de estar lejos de su único hijo. El doctor decía ser viudo con un hijo de 15 años que estaba en un internado en el Reino Unido. Había solicitado recientemente su paso a la reserva pues tras 30 años de estar destinado en Afganistán, Irak y Siria, con la casi certeza de que el próximo destino iba a ser la frontera con Ucrania, necesitaba cambiar a una vida más tranquila.

A medida que iba conociendo más de mi reciente amigo empezaban a surgir sutiles contradicciones. No podía realizar llamadas telefónicas o video conferencias por razones de seguridad. El Isis había hackeado las líneas recientemente y se habían aumentado las medidas de protección de la base. El perfil de Facebook llevaba abierto tan solo dos años y tenía pocas publicaciones y menos «likes», además la lista de amigos estaba en oculto (?).

Lo que me hizo sospechar absolutamente fue que el número telefónico por el que nos comunicábamos por WhatsApp era ¡de Quebec!. La «explicación»: que utilizaba un número extranjero dado que viajaba mucho y le resultaba más cómodo.

Demasiadas cosas no acababan de encajar

Además su lenguaje meloso y romántico me puso en alerta. Al compartir mi desconfianza y bromear sobre sus intenciones su reacción fue de gran indignación: «Aquí jugándome la vida en la guerra y tú dudando de mi honestidad», para convencerme llegó a llamarme por teléfono y la voz y el acento que recibí fue también inquietante. El inglés no era desde luego ni norteamericano ni británico ni australiano (tampoco indio), el tono parecía pertenecer a una persona mucho más joven que de 58 años, que era la edad que decía tener, y el ansia de resultar creíble lo hacía todavía más sospechoso.

Además ¿no tenía prohibido realizar llamadas? «Me estoy arriesgando a que me arresten por ti y tú sigues sin creerme». 

Yo cada vez me sentía más desconfiada y más incrédula pero él seguía insistiendo, no quería dejar de estar en contacto con una mujer tan «interesante e inteligente». Hasta realizó una video llamada, en la que el audio estaba desconectado y se veía al doctor frente a la cámara. La sensación que tuve es que había puesto un vídeo de pocos segundos en bucle donde la imagen se repetía casi imperceptiblemente. (!)

Hasta aquí hemos llegado

Lógicamente acabé bloqueando a esta persona que estoy segura suplantó la identidad del que decía ser y cuyos objetivos imagino eran ganarse mi confianza y sacar algún provecho. Resulta sorprendente cómo alguien puede ofrecer dinero o datos sensibles a un desconocido, pero cuando se habla de Ingeniería Social la clave está en que esa persona ha dejado de ser una desconocida para pasar a ser alguien muy cercano y confiable aprovechando la vulnerabilidad de la víctima: soledad, situación vital, aburrimiento, deseo de conocer otras personas,…

ciberseguridad

Hay una interesante serie en las plataformas de streaming sobre «El estafador de Tinder» y cada vez son más numerosas las estafas por Internet de personas que se han conocido de modo virtual y han establecido una relación sentimental o de profunda amistad. El delincuente, después de haberse ganado la confianza, suele plantear una desesperada situación en la que está en peligro de muerte y necesita dinero de modo urgente.

Mi caso no deja de ser una anécdota que me ha tenido perpleja unos días, pero ¿Por qué me eligió a mi como víctima? ¿Qué mostramos en redes que nos convierte en objetivo de los ciber delincuentes? ¿Te ha pasado o conoces a alguien que le haya ocurrido algo similar? Cuéntanos en Comentarios.

Si quieres conocer algo más sobre esta modalidad de estafa te dejo algunos enlaces ¿Qué es la Ingeniería Social?  Corrompiendo la mente humana y la recomendación de que no bajemos nunca la guardia.

Ya sabes dónde estoy por si me necesitas, aquí te cuento Qué puedo hacer por ti. Cuídate, cuida de los tuyos y te mando un abrazo.