Hablar en público, que angustioso y a la vez que placentero. ¿De verdad se puede pasar bien hablando en público? Todas las profesiones tienen momentos mágicos. Cuando trabajaba en la radio el instante en el que el técnico daba la señal de que estábamos «en el aire» aquello era adrenalina pura.
Ahora que me dedico a dar clases y conferencias, cuando veo fijos en mí cientos de pares de ojos absorbiendo literalmente mis palabras, me sucede lo mismo. ESO es comunicación y lo demás tonterías.
Estoy terminando de tutorizar un curso online de Presentaciones en Público para 40Formación. Ya no me sorprende cuando mis alumnos expresan sus temores y desconfianza a la hora de plantarse delante de más o menos personas para contarles, convencerles, presentarles,… algo.
El miedo paraliza
Antes o después (más antes) tendremos que compartir delante de un público nuestras ideas y propuestas con la intención de que cambien su modo de pensar o actuar: «Vender» un proyecto, provocar una reacción, convencer de algo, instar a un cambio de actitud, promocionar una idea,… son tantas las situaciones en las que tenemos que vencer ese miedo que nos da el ver que nos escuchan…
Uno de los principales objetivos a la hora de ofrecer una presentación es interesar y hacerlo pasar bien a los receptores, pero si no somos capaces de vencer el miedo y disfrutar del momento como oradores no lo conseguiremos del todo.
La crispación, el titubeo, los nervios que impiden proyectar un tono de voz adecuado y movernos con soltura deslucirán nuestra intervención y, aunque la percepción del publico es mucho menor que la que tenemos nosotros de nuestra angustia, no conseguiremos una presentación redonda.
En países como estados Unidos y muchos de Latinoamérica llevan años preparando a los alumnos desde primaria a exponer ante sus compañeros de clase. En España ahora empiezan a entender la importancia de la oratoria. Algunos llegamos tarde.
Todavía recuerdo cuando la facultad de Ingeniería de la Universidad Anáhuac de México impuso como obligatoria la asignatura de Comunicación Oral que tuve el honor de empezar a impartir. «Los ingenieros son muy buenos en lo suyo pero unos auténticos desastres a la hora de defenderse en público» comentaba el entonces rector.
No insistiré suficiente en que si no controlamos el cómo nos expresamos en público, si no conocemos las herramientas que existen (que son muchas) para interesar y transmitir ideas, seguiremos arrastrando una seria carencia.
Se puede disfrutar de hablar en público
Una de las alumnas que acaban de terminar el curso online sobre Presentaciones en Público me comentaba ayer mismo «Es que no solo es útil para tu vida profesional sino también para la personal. En la última reunión de la comunidad de vecinos me sorprendí ofreciendo unas propuestas que antes no hubiera podido ni formular por la vergüenza«.
Si eres de pasarlo mal cuando te toca hablar en público ¿por qué no empiezas por ver mi vídeo de cómo vencer el Pánico Escénico? Te animo a que te formes y conozcas la manera de disfrutar una presentación conmigo con el curso online Conquista a tu Audiencia o con los muchos profesionales que existen y que están ayudando a mucha gente.
¿Consideras que es tan importante saber hablar en público como yo? ¿Te has visto en alguna situación en la que lo has pasado realmente mal o, todo lo contrario, en la que conseguiste conectar con tu audiencia y disfrutaste de verdad? ¿Cómo lo hiciste? Cuéntanoslo, seguro nos interesa.
Por aquí seguiré hablando de comunicación y espero verte ¡Hasta la próxima!
Yo soy poco de hablar en publico, pero estando de acuerdo con lo dicho por Elena, me gustaría añadir que lo que me aterroriza es «que el público me hable» , miedo a que haciendo una exposición oral, en frente mio vea un escenario de desinterés, de bostezo, de moverse en el sillón…vamos, temo que no llegue al receptor del mensaje. Un abrazo amigos
Así es Paco, no hay nada más desolador que comprobar como tu audiencia se aburre contigo y desconecta. Algo muy fácil y desgraciadamente muy común. Por eso considero tan importante saber atraparles desde el primer segundo y no soltarles hasta el final. Como todo, eso también se aprende. ¡Muchas gracias por tu comentario!
Hola apreciada Elena:
Muchas gracias por todos estos temas que aportan tanto para mejorar nuestra imagen personal.
Recibe un cordial saludo desde Bogotá.
¡Gracias a ti Antonio! por seguirme y comentar. Espero continuar tratando temas que te gusten y aporten.