¡Ah el perfume…! tan sutil y a la vez tan presente. Todos tenemos olores que nos fascinan o repugnan y, como sucede con el gusto, son tan personales que cada quien posee un olor particular y unos recuerdos olfativos únicos que escapan a la razón, pues pertenecen al ámbito del subconsciente.
Envueltos en miles de propuestas de perfumes y eau de toilettes con campañas de publicidad maravillosas resulta muy difícil elegir un favorito y lo que a mi modo de ver es más complicado: lo que nos fascina a nosotros puede resultar desagradable a los demás.
¿Te he dicho alguna vez el primer mandamiento a la hora de perfumarse?
Si huelen tu fragancia más allá de los 15 centímetros de distancia, te has pasado.
Con el perfume sucede como con el sonido, es muy fácil invadir el espacio ajeno causando molestia.
Y además como solemos acostumbrarnos muy rápidamente a una fragancia, no nos damos cuenta y vamos aumentando la cantidad hasta que, sin saberlo, somos un ente olorosísimo andante ¡Qué horror!
Por eso los expertos recomiendan ser infieles en cuestión de olores. Cambiar cada cierto tiempo es la forma de apreciar cómo y , sobre todo, cuánto olemos.

Amor a primer golpe de nariz
Confieso que llevo unas semanas absolutamente enamorada de un perfume que cayó en mi muñeca por casualidad. Suelo probar fragancias cuando paso por las perfumerías de los duty free en los aeropuertos o en los grandes almacenes. Nunca más de dos o tres porque sino es imposible apreciarlos y termino literalmente mareada.
Cuando llegaron a mi los matices de Bloom de Gucci, supe que iba a ser mi fragancia favorita por un largo tiempo. Pero lo mismo me sucedió con L’eau d’Issey, Le Feu de Miyake, Diorissimo, Madmoiselle de Chanel o Envy de Gucci. Grandes amores que acabaron olvidados o descatalogados 🙁
Me molesta la moda perfumística (¿me he inventado el término?) cada época tiene un olor característico y, no importan las marcas o el diseño, todos los perfumes contemporáneos acaban oliendo igual. Mi obsesión es encontrar algo que huela diferente y me robe el corazón al mismo tiempo. Raramente sucede, pero cuando pasa ¡es mágico!
Por eso encuentro tan arriesgado regalar colonias ¡qué pocas de las que me obsequiaron me gustaron! y sinceramente, qué valor atreverse a regalar algo tan, tan personal.
Un poco de historia
La historia de los perfumes se remonta a la Edad de Piedra «cuando los hombres quemaban maderas aromáticas para complacer con humo a sus divinidades. Pueblos como el egipcio, los mesopotámicos y los griegos convertían en auténticos rituales el hecho mismo de perfumarse. Faraones, monarcas e incluso reconocidos pensadores dedicaron buena parte de su tiempo a este menester quedando incluso atestiguado en la Biblia» como nos cuenta la Academia del Perfume.
Romanos, bárbaros, hasta en épocas oscuras como la Edad Media también usaron el perfume, casi siempre importado de civilizaciones orientales y gracias a los viajes hacia donde sale el sol.
La reina María Antonieta
Necesidad de disfrazar malos olores como en las cortes europeas de los siglos XVI, XVII o XVIII, muestra de riqueza y poderío » el perfume es en cada época el testigo de una sociedad y nos aporta cierta formación relativa a su tipo concreto de rutas de aprovisionamiento, de comercio, de medicina, de rituales y también de sensualidad«, aseguran los expertos.
A finales del siglo XIX y principios del XX empezaron los gurús de la moda a utilizar el perfume como un elemento imprescindible de las tendencias de la alta costura, Coty, Chanel, Dior,… que serían seguidos por Lanvin, Nina Ricci y tantos otros hasta nuestros días donde se han popularizado y cualquier cantante o actor tiene su marca de colonia.
Aunque en general siguen con unos precios algo prohibitivos, existen numerosos clones en cadenas de supermercados o empresas de moda low cost que hacen de la perfumería algo muy asequible.
Las grandes familias olfativas
Es interesante saber qué tipo de fragancia es nuestra favorita y en qué familia nos sentimos más cómodos. Te traigo algunos de los grandes grupos que dictan los especialistas sin olvidar que dentro de cada uno existen mil combinaciones.
Floral
La más popular de las familias olfativas, con la rosa y/o el jazmín casi siempre de protagonistas, femenina por naturaleza también muchas colonias masculinas tienen estos componentes.
Frutal
Una de las innovaciones relativamente reciente. Perfumes que huelen a frutas maduras como melón, melocotón, higo, frambuesa,… suelen combinarlas con los florales consiguiendo unos matices muy modernos.

Verde
De las pocas familias que se asocian a un color, hierba cortada, bosque, naturaleza,… Las fragancias verdes evocan un carácter luminoso, enérgico optimista e irreverente. Muy asociadas a perfumes masculinos pero también en femeninos que buscan frescura.
Cítrico
Otra de las familias frescas por naturaleza, suelen ser aromas unisex, basadas en el limón, la naranja, bergamota, pomelo y mandarina, y pueden contener también notas aromáticas, florales y amaderadas. Especialmente adecuada para el verano y las épocas de calor.
Chipre
Los perfumes de la familia Chipre (o Chypre) son cálidos, secos y profundos. Casi siempre, el aroma principal es un acorde de musgo de roble, bergamota, patchouli y láudano. Una vuelta de tuerca a los pertenecientes a la familia «verde».
Amaderado
Su composición se centra en los olores del sándalo, cedro, oud, patchouli y vetiver. Los perfumes amaderados son fragancias elegantes, profundas y persistentes. Evocan un carácter tranquilo, confiado, cálido y extrovertido y los encontramos tanto en fragancias femeninas como masculinas.
Oriental
Aromas cálidos, sensuales, dulces y especiados. Contienen ingredientes como la vainilla y haba tonka. También suelen contener notas amaderadas, especialmente sándalo, acompañadas a menudos por especias. Se trata de perfumes intensos y algo «peligrosos» pues si nos excedemos pueden resultan empalagosos.

Podríamos añadir otras familias como el Musk, obtenido del almizcle. Oceánico con notas indiscutibles de mar, yodo,… Aromático y Fougere, con la lavanda, el musgo, la bergamota o el romero de protagonistas.
¿Qué familia es tu favorita? ¿Podrías explicar porqué? ¿Qué sensaciones te inspira cada una de ellas? ¿Tienes un perfume favorito al que le has jurado fidelidad eterna?
Cuéntanos tus impresiones en Comentarios sobre este mágico mundo y si realmente merece la pena invertir en un buen perfume.
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¡Nos vemos pronto!
Elena, me ha encantado la claridad y brevedad con que nos has introducido en el mundo de los perfumenes, pero..jaaa, ¿que me dices de la fragancia num 13, la de la famosa pelicula «el perfume»?Esa fragancia mágica.
Creo que todos tenemos una debilidad subjetiva al acicalarnos, yo me hecho litros y litros de colonia Legrain. Pero cuando quiero ser yo, estar conmigo, con mis pensamientos, con mis recuerdos, con mi futuro,..uso Cloe( fragancia femenina, de una persona que estuvo y siempre estará conmigo)…bueno al grano, no comparto tu opinión de cambiar de perfume con el tiempo..modestamente pienso que un perfume te acompaña toda la vida…un bst
Querido Paco, cuidadín con los litros y litros jajaja puedes «atufar» al personal. Y efectivamente, hay perfumes, que por lo que nos traen al presente, merecen serles fieles toda la vida. Muchas gracias por tu comentario. Un besote.
Yo soy fiel, absolutamente fiel y no creo que cambie … para mi, el perfume es muy fuerte, y sólo puedo usar Alvarez Gómez o Nenuco … en mi casa, lilium blanco y en mi piel ese olor a limón inconfundible de Álvarez Gómez… pero eso si, salir de casa sin colonia, nunca
Estimada Elena, ¡eres de las mías! Le das importancia al perfume y tienes muy claro lo que te gusta: olores suaves con el frescor de los cítricos. Muchas gracias por comentar y sigue oliendo tan bien 🙂
Seria interesante un post sobre qué agua de colonia o perfume elegir atendiendo a parámetros como; sexo, franja de edad, color de piel, sudoración, trabajo, etc.
Como siempre, muy interesantes tus posts.
Un abrazo.
Muchas gracias Rafa por tu propuesta, aunque como comento en el artículo se trata de un tema muy personal, cada quien olemos de un modo único y tenemos unos gustos muy concretos. La clave a mi modo de ver es encontrar la fragancia que vaya con nuestra personalidad y modo de vida, siempre optando por la discreción. En el caso de los varones recomiendo en caso de duda decantarse por los aromas cítricos y boscosos, que representan frescura y optimismo, pero con precaución. ¡Suerte en tus pesquisas! ya nos contarás.
HOLA ELENA ;AQUÍ DE NUEVO EN LA CIUDAD ,TE ESCRIBO.
TENGO UN PATIO ,QUE EN ÉPOCA FLORECEN LOS AZAHARES DE UN LIMONERO DONDE TAMBIÉN HABITAN ,UNA SANTA RITA ,JAZMINES Y UNA MADRESELVA;POR NOMBRARTE ALGUNAS DE MIS PLANTAS;CON ELLO ME QUIERO REFERIR A QUE MIS GUSTOS POR LOS AROMAS, CAMBIAN TANTO COMO LAS ESTACIONES Y LOS DÍAS, DE ESA DIVERSIDAD FLUYEN MIS PENSARES COMO MIS SENTIRES.TODO ME PARECE UN CONSTANTE ENCONTRARME DE NUEVO ALLÍ CON ESA FRAGANCIA y DA PLACER EL ENCUENTRO
.AYER DE JOVEN TRANSCURRIERON EL SÁNDALO Y VETIVER,POR HOY SOLO AGUA DE COLONIA LUEGO DE LA DUCHA;SIN EMBARGO,LOS DÍAS CAMBIAN Y SURGEN OCASIONES QUE » ESA SALIDA «MERECE UN BOSS EAU DE TOILETTE BOTTLED O UN INSURRECTION II PURE DE REYANE TRADITION ,ES DECIR SOY DE LOS QUE CAMINAN POR LAS CALLES SIN DESENTONAR
REALMENTE HAY MAGIA EN TUS TEMAS
ABRAZO GRANDE
¡Wow Alberto qué maravilla tu patio! Con esa capacidad olfativa que tienes no me sorprende que sepas elegir en todo momento la fragancia perfecta. Una suerte cruzarse contigo. Agradezco enormemente tus palabras. Un abrazote.
Buenos días, Elena.
Fíjate si son importantes los olores, que nuestra memoria los hace inseparables de las imágenes y las voces que también «se depositan» en el subconsciente. Para mí, unos y otras, representan el verdadero poder evocador de nuestro tránsito por esto que llamamos vida (por eso sería capaz de hablar más y mejor de los demás que me rodean o rodearon). De aquí que me incline por apostar que el mejor asesor en fragancias sin duda son los demás. Y es que hay algo que no se puede obviar, como lo es que toda sustancia que entre en contacto con nuestra piel se funde con las nuestras, y que seamos percibidos únicos (para bien, o para mal). A mí en concreto, cuando alguien se ha atrevido a expresarme su opinión sobre un agradable olor, siempre coincidió con un perfume económico (jajajajajá).
Es seguro que para pronunciarme, lo haría siempre sobre las fragancias para mujeres. Para ellas prefiero lo que haga trascender la limpieza, la frescura, un pelín de dulzura, y no olvidar el atrevimiento. Y si como imagino, se conjuga todo con una mente idéntica, la mezcla… ¡perfecta!.
No sigo; porque sabríais más de mí que yo mismo (jajajajá).
Enhorabuena por el artículo.
Tienes razón Pierre, el poder de evocación que tienen los perfumes es impresionante. Respecto al olor personal donde esté el jabón y la frescura que se quite lo demás. La apreciación y gusto por los matices, las notas de salida, de fondo,… dependerá de lo que nos recuerdan a cada quien, de nuestros momentos, de la gente con la que nos cruzamos y dejó huella, por eso el mundo de la fragancias es eso, todo un Mundo. Muchas gracias por comentar, me alegro que te haya gustado 🙂