Luis Astolfi nos trae hoy al blog un divertido juego que servirá para conocernos mejor ¿Jugamos?
«Les voy a proponer un juego.
Describamos cómo somos en tres líneas. Seguramente todos podamos hacerlo, y que nos parezca una tarea, sino fácil, sí no demasiado complicada.
Ahora intentemos hacerlo con una sola frase, cinco palabras. Más difícil, ¿a qué sí?
Ahora con tres palabras. Ya se complica la cosa…
Y ahora… Ahora vamos a reducirlo a una sola palabra. No es sencillo. Una sola palabra que nos defina perfectamente y que, al mismo tiempo (lo cual es más complicado) englobe todo lo que somos, los cimientos de nuestra personalidad. Una sola característica que nos describa sin dejarnos nada importante. Difícil, ¿verdad?
Aquí les dejo la mía: ATREVIDO.
También soy tímido, voluntarioso, tenaz, elegante, adaptativo, juguetón, ingenioso, desconfiado, comodón, curioso… Todas estas (y muchas otras) palabras hablan de mí, pero creo que se omitirían muchas cosas de mí si tuviera que elegir una sola de ellas. Sin embargo, creo que la palabra “atrevido” lo dice sobre mí casi todo.
Ese es el juego que les propongo.
Pues ahora que hemos encontrado la palabra, pensemos en cómo nos vestiríamos para presentarnos ante una persona que no nos conoce y que, sin conocernos, de un solo vistazo sepa que somos como nos hemos descrito con esa palabra mágica que hemos encontrado antes. ¿Difícil? ¿Imposible? ¿Está tirado?
¿Informal o de traje? ¿Un término medio con vaqueros o chinos y una americana de algodón? ¿Traje en tonos de gris? ¿Azules? ¿Lisos, rayas, cuadros? ¿Camisas sin pautas? ¿Con dibujos? ¿Colores suaves o intensos?
Hagan la prueba y escriban en una hoja cuál sería la vestimenta, de arriba a abajo, cuya descripción en una sola palabra coincidiría con la descripción que han elegido para su carácter. De este modo, nuestra primera imagen personal les diría sin palabras, a todos aquellos que quisieran “escuchar”, su personalidad.
Yo hoy he elegido un traje liso de lana fría (un tejido muy fino), en azul marino, camisa blanca con cuadritos azules y rojos de cuello italiano, y una corbata de seda a razas, azul marino y rayas azul claro. Muy convencional. El punto atrevido es que la hechura del traje es (digamos) juvenil, con el pantalón ajustado y la americana muy ceñida y mangas más cortas de lo habitual en un traje de hombre, y los zapatos, que son estilo Oxford, de color marrón oscuro y azul marino, con calcetines azul oscuro con rayas en color azul claro y blanco.

Los zapatos elegidos
Eso es lo que sería nuestra imagen personal, nuestra marca, lo que presentamos al mundo sin tener que abrir la boca. Es la primera impresión. Luego ya habrá ocasión para decir todo lo que tengamos (o queramos) decir, pero de momento, y salvo un “buenos días” (que si es un “hola”, o un “qué tal”, o un “qué pasa”, ya no será lo mismo…) no podremos demostrar a nadie nuestra facilidad (o dificultad) verbal. Solamente van a saber de nosotros lo que vean, y eso que vean, como decía antes, debería ser nuestra palabra mágica, lo que exprese lo que nosotros creemos que somos.
Cada lector sabrá seguro qué es lo que a él le representa. Porque será esa vestimenta con la que más cómodo se sienta, con la que al verse pensará: “Éste soy yo.” Porque será la imagen que exprese sin palabras su carácter, su personalidad, su temperamento.
Esto no significa que siempre vistamos igual, con la misma ropa, los mismos zapatos, la misma corbata. Todo tiene su momento y su oportunidad. Pero si pensamos en conceptos, más que en cosas concretas, nos será más sencillo aproximarnos a esa imagen ideal, imagen de nuestro ser interior.
Huelga decir que todo esto es una generalización muy, muy general, y que, como todo en la vida, todo depende de infinidad de circunstancias y matices, como lo es el estado de ánimo (el “humor” con el que nos levantamos cada día), lo que nos lleva a optar (como comentaba en la entrada anterior) por una cosa u otra hasta dar con lo que, en cada momento, nos hace sentir en paz con lo que nos ponemos, y con nosotros mismos».

Luis Astolfi
¿Te animas a jugar con nosotros? ¿Qué palabra te caracteriza? No dejes de compartirla en Comentarios, los estamos esperando. Y como siempre te recuerdo que puedes hacer algo por tu imagen insribiéndote en mi curso «Claves para Mejorar la Imagen Profesional», te gustará.
¡Gracias Luis! Pues sí es que es difícil poderse definir en una sola palabra… Pero tras pensarlo un rato, la mía es «Inquieta», estaría acompañada de otras muchas, pero considero que esa es mi «esencia».
Hola. Interesante artículo. A mí me definieron el otro día como: ENTUSIASTA. Me encantó que con 47 años, pueda transmitir entusiasmo.
A mi me gusta definirme como «CREATIVO». Como dice Elena, podría añadir muchas, pero esta creo que puede valer…
Saludos y gracias.
Juan antonio
Gracias a Elena por compartir este trabajo, mas que una palabra, creo que somos la fusión de muchas, claro en el contexto adecuado es una la que resalta y a ella dirigimos la atención, proyectar lo que somos en una primera impresión , siempre sera un reto de multiplicidad conceptual, pero ustedes se lo hacen a uno fácil.
Gracias
Williams Gallardo
¡Gracias a ti Williams! Totalmente de acuerdo, pero echo en falta la palabra que te describe ¿te animas a compartirla?
Estoy totalmente de acuerdo con el artículo escrito por Luis. Somos un proyecto de nuestra propia imagen. Pero atención: tenemos que ser cautos a la hora de juzgar, ya que podemos interpretar de forma incorrecta a la persona. Me definiría como valiente. Un saludo.
J.Carlos Herrero
Me consta que eres todo un VALIENTE. Es verdad que no debemos juzgar a la ligera, pero queramos o no en los primeros 20 segundos de conocer a alguien ya nos hemos hecho una primera impresión bastante inamovible. Cuidadosos sí, pero también conscientes que al primer vistazo ya estamos comunicando mucho. ¡Un beso enorme!
me costo decidirme entre «Elegante y Divertido», al final voy a decidirme por «Divertido», pero por un estrecho margen.
¡Genial Luis! Gracias por dejar tu comentario.
Hola! Divertido y difícil ¿o no? la primera palabra que se me ha ocurrido para mi es «dinámica».
Seguro que las hay mejores y también peores que describan aspectos, digamos más oscuros.
Gracias Elena y Luis.
Coincido Elena, «dinámica» sin duda y «entusiasta», me parece que todo lo que haces lo haces con ganas y eso es ¡estupendo! Un honor contar con tu seguimiento y siempre inteligentes opiniones. Besos.